sábado, 16 de diciembre de 2017

El sistema de educación pública: ¿logro o fracaso?

El sistema de educación pública:
¿logro o fracaso?
Por Lucrecia Cisneros, Blanca SmithSara La FontaineDaniela Gastón,  e Isabel El Zelah 
Nicolás Maduro se mantiene en el podio en el Hemiciclo de Sesiones, dos horas y media desde el comienzo de la cadena nacional para dar pie a la Asamblea Nacional Constituyente. Viste de negro, con la banda tricolor sobre el hombro y decorada con ocho estrellas blancas. “Ahora,” comienza nuevamente a hablar, y señala al ministro del Poder Popular para la Educación, Elías Jaua. Después de ahí, las cifras que da son cuestionables.
Venezuela ha sido conocida en las últimas décadas por ser un país sin métricas, por haber discrepancias de datos entre los órganos internacionales, las organizaciones no gubernamentales y el propio Gobierno venezolano. Los labios de todos los entes oficiales están sellados, son inmutables ante la incertidumbre que se vive en el país: no hay datos sobre la inflación, sobre el estado de salud, y mucho menos sobre el ámbito de educación, una área que define y forma el futuro de los jóvenes venezolanos.
Aun así, el Gobierno sigue presentando cifras y cifras. Señaló Nicolás Maduro después de una pausa: “90% de la escolarización de todo el sistema público. 75% de la educación venezolana es pública, gratuita, de calidad. Era al revés hace 18, 20 años. Solo el 30% era pública y estaba ya desapareciendo, estaban privatizando el derecho a la educación”.
El escrutinio de la sociedad venezolana siempre debe poner a los dirigentes políticos en duda y el Presidente de la República no debería estar exento de esta condición. En un país que, según la organización Transparencia Internacional, se ubica entre los más corruptos del mundo, las mentiras y las falsedades son cosa del día a día. Por lo tanto, ¿serán ciertas todas las cifras que presenta Nicolás Maduro, parado frente a un órgano público cuya existencia no fue consultada con el pueblo venezolano?
El sistema de escolarización actual
El diccionario de la Real Academia Española del Lenguaje define escolarizar como “proporcionar escuela a la población infantil para que reciba la enseñanza obligatoria”. Es necesario agregar que el artículo 102 de la Constitución Bolivariana de Venezuela, en su edición vigente de 1999, define a la educación como “un derecho humano y un deber social fundamental”. En ella, además, señala que el Gobierno venezolano está encargado de promover el servicio, siendo este uno de los máximos intereses que tiene el Poder Público Nacional. El artículo 156 reza que el Estado tiene a su cargo las políticas y los servicios nacionales de educación y salud.
Se quiere decir, con ambas definiciones, que la escolarización es una obligación que recae en las manos del Estado venezolano, aunque este lo desee o no. En Venezuela, en un estudio realizado por la socióloga María Da Silva, desde 1958 con la caída de Marcos Pérez Jiménez, los Gobiernos habían intentado “fortalecer el sistema educativo a nivel nacional”. Aun así, esto se perdió en los últimos años de la década de los ochenta debido a una fuerte crisis económica que se dio en el país.
Sin embargo, se debe mencionar que Hugo Chávez, bajo ideas políticas socialistas y con la creación del Sistema Nacional de Misiones, realizó una mejora en el ámbito educativo durante los años 2004 y 2005 cuando se implementaron la Misiones: Robinson, de alfabetización y primaria; Ribas, de educación secundaria; y Sucre, de educación universitaria. Tal como lo señala el trabajo de Luis Bravo Jáuregui.  
En la actualidad, los números que se manejan, según señala el Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (PROVEA), y con cifras del Ministerio del Poder Popular para la Educación (MPPE), indican que para enero de este año habían 30.687 unidades educativas.
Además, el actual Ministro de Educación Elías Jaua informó en septiembre de este año que en Venezuela hay 7.195.335 niños y jóvenes cursando actualmente educación básica. No obstante, la Encuesta sobre Condiciones de Vida de Venezuela 2016 (ENCOVI), concluyó que son 12.255.000 personas pertenecen al sistema educativo básico y superior, pero solo 9.2 millones asisten a clases.
En una entrevista con Juan Maragall, ex secretario de Educación de Miranda, señaló que: “El 9% de los alumnos del sector público han abandonado la escuela. El total de alumnos [de educación básica] en Venezuela se estima en 7 millones”.
Es necesario mencionar, además, que una manera de verificar que este sistema de escolarización esté funcionando, es observar la alfabetización en el país. Así mismo, es difícil calcular esta tasa en la actualidad. Existen diferentes fuentes oficiales que señalan diferentes números.
De acuerdo con el Censo del 2001, con cifras presentadas por el Observatorio Educativo de Venezuela, el nivel de analfabetismo era de 4.69% (1.082.485). De la misma manera, según el Censo 2011 realizado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el 95,1% de la población sabe leer y escribir, lo que significa que el 4,9% (1.039.217) eran todavía analfabetas. Aun así se puede constatar que va entre los 1.100.000 y 1.500.000, según un informe realizado por el profesor Francisco Rodríguez, recopilando los diferentes datos para el analfabetismo.
Según los últimos datos de la MPPE, la Misión Robinson I logró alfabetizar a 1.791.686 en el periodo 2002-2003. Si esto fuese así, el número de analfabetismo en el país, solo para este año, sería extremadamente bajo. Jáuregui, en un artículo realizado por El Universal, señala que estas misiones son un fracaso. Comenta que, si el INE para el 2001 registró 1.576.411 analfabetas, y para el Censo del 2011 hubo 1.418.358, las personas que aprendieron a leer y a escribir con ayuda de las misiones, o incluso el servicio de educación pública, son mucho menos de lo que señala el gobierno.
Sin embargo, para el año 2005, bajo la presidencia de Hugo Chávez, Venezuela se declaró como “territorio libre de analfabetismo”. Siguiendo los parámetros de la UNESCO, esto indica que en el país se reportaba menos del 4% de analfabetismo. Por otro lado, para el Censo del 2011, el Estado reportó una tasa de analfabetismo de alrededor del 4,9%, lo que implicaría que hubo un incremento de más del 1% con respecto a este valor.
Se tiene que tomar en cuenta también que, en el discurso, Nicolás Maduro declaró que se logró 90% de la escolarización del sistema público. Las cifras oficiales presentadas por el MPPE explican que fue el 82%, y esta misma información fue dada a la comunidad internacional en el Examen Periódico Universal (EPU) en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en noviembre del 2016.
¿Es la educación pública y gratuita?
“Dudo de todas las cifras que ofrece el presidente Nicolás Maduro, porque estoy segura de que no tienen respaldo”, es lo primero que dice Luisa Pernalete, coordinadora de Educación para la Paz de Fe y Alegría, al escuchar la frase pronunciada por el mandatario.
En efecto, al visitar la página web del Ministerio de Educación, uno se topa con un portal saturado de noticias y artículos políticos que nada tienen que ver con la enseñanza. No hay informes publicados ni tampoco una lista de planteles adscritos al organismo, lo único que se divulga es un correo electrónico de “denuncias y peticiones”, que curiosamente rebotó cuando se intentó solicitar datos para llevar adelante esta investigación.
aaaaa
Por su parte, en el sitio web del Ministerio de Planificación, sí existe un estudio que presenta información detallada sobre el sistema de instrucción venezolano, en donde se asegura que el 76,2% de la población estudiantil está matriculada en institutos estatales y solo un 26,8%, en planteles de propiedad privada.
Lo que se desconoce en realidad, es hasta qué punto estos números podrían ser fidedignos, tomando en cuenta que en el informe se cita como fuente principal al Ministerio de Educación, ente que, como ya se mencionó, carece de estadísticas sobre esta materia.
De acuerdo con Pernalete, históricamente en Venezuela los centros educativos por excelencia han sido aquellos administrados por el Gobierno, sin embargo, desde hace algunos años, los sondeos arrojan que la proporción de niños inscritos en colegios públicos y privados, se ha ido igualando por distintos motivos.
“Es imposible saber ahora mismo por qué ocurre este cambio. Puede ser porque la pobreza extrema no está yendo a clases o porque la gente ha emigrado. Tal vez algunos hayan decidido cambiarse a las escuelas pagas en busca de mejor preparación. No se puede determinar a ciencia cierta”.
El Observatorio Educativo, con un punto de vista más crítico, cuestiona que la educación oficial del país sea gratuita en su totalidad, alegando que algunos gastos para el mantenimiento de los planteles deberían ser asumidos por el Estado, pero están recayendo en los bolsillos de los padres y representantes. Además, la organización añade que el dinero destinado a transporte, ya no es reembolsado a los colegiales, desde que fue eliminado el pasaje estudiantil.
Pero, ¿qué implica la calidad en el sistema educativo?
De acuerdo con el trabajo La educación básica “de calidad” según dos grupos de madres con diferentes condiciones de vida en una zona popular presentado por la socióloga María Da Silva, una educación de calidad está caracterizada por los siguientes aspectos: las enseñanzas que se imparten en las escuelas, el régimen institucional y gerencia educativa, la infraestructura y equipamiento del plantel, los docentes, las actividades extracurriculares que realizan los estudiantes, y el rol de los padres en la formación de sus hijos e hijas.
No obstante, y según el artículo ¿Qué se sabe de la calidad de la educación venezolana?publicado por la periodista Andrea Montilla Kauefati, en Venezuela no se realiza ningún tipo de medición relacionada a la calidad del sistema educativo, ni público ni privado, desde 1997.
Esta misma publicación indica que en ese mismo año se creó Sistema Nacional de Medición y Evaluación del Aprendizaje (Sinea), el cual tenía como objetivo la creación de indicadores de calidad para el sistema educativo. El Sinea se encargó de realizar un par de pruebas pilotos en distintos niveles de enseñanza y en 2003 se propuso a realizar un diagnóstico nacional. Sin embargo, ningún de los resultados fueron divulgados.
Esta afirmación es respaldada por Pernalete, quien asegura que desde el año 2002 no se hace ningún tipo de mediciones con respecto a la calidad de los planteles educativos. Sin embargo, aclara que puede que alguna institución privada se encuentre realizando cálculos internos, pero que esta no sería una situación común en todas las escuelas y liceos.
Pernalete agrega, además, que: “Una escuela que no se mida no sabe cómo puede corregir errores. No puede avanzar. Por eso es que no hay desarrollo”.
El ex secretario Maragall añade a esto que hoy en día no se concentran esfuerzos para mejorar la calidad del aprendizaje en las escuelas, sino que hoy en día se le dedica más presupuesto al pago de bonos de maestros y a la compra de incentivos para los estudiantes, como bolsos escolares.
miname
Por otra parte, Venezuela no forma parte del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA, por sus siglas en inglés), una serie de pruebas realizadas cada tres años con el fin de obtener la clasificación internacional de cada uno de los sesenta países que participan. El examen evalúa habilidades de lectura, matemática y ciencias en los jóvenes de 15 años de cada país.
Sin embargo, esta evaluación fue aplicada en el estado Miranda en el año 2010. Los resultados de la prueba revelaron que los estudiantes mirandinos, tanto de escuelas privadas como públicas, se encontraban por debajo de los promedios del resto de los países participantes, tales como México, Colombia, Bulgaria y Uruguay.
minamee
El Rector de la Universidad Simón Bolívar (USB), Enrique Planchart, señaló por su parte que la calidad de la educación básica ha decaído debido a una mala implementación de los planes de estudio y a la formación deficiente de docentes, sin realizar una distinción entre el sector público o privado.
Lo que indica Planchart también es afirmado por el artículo ¿Seguimos a medias en Educación Media? publicado por el Observatorio Educativo de Venezuela, ya que este organismo considera que “los aprendizajes que se ofrecen en ese nivel [Educación Media] no son relevantes, ni de calidad y adaptabilidad, porque tampoco responden a las necesidades cambiantes de la sociedad.”
Otro de los factores que influye en la calidad de la educación en Venezuela es la promoción de artículos que facilitan que el estudiante apruebe materias sin realizar mayor esfuerzo, tal como es el caso del artículo 112 de la Ley Orgánica de Educación. Este apartado establece que si el 30% de los estudiantes aplaza una evaluación, el docente se encuentra en obligación de aplicar una segunda forma de evaluación.
Así es como, según los datos del MPPE para octubre del 2016, la repitencia pasó de 7,8% en el periodo 2000-2001, a 3,0% para el 2013-2014 en la educación básica. En la educación media y en los mismos periodos, pasó de 11,0% a 4,6%.
¿La educación pública ha aumentado en los últimos 20 años?
En su discurso, el jefe de Estado asegura que hace 18-20 años, la educación pública en Venezuela representaba únicamente un 30% y que se estaba privatizando el derecho a la educación. El profesor e investigador del Centro de Investigaciones Humanísticas de la Universidad Católica Andrés Bello, y autor del libro Mitos, realidades y propuestas educativas, Leonardo Carvajal, aseguró que el planteamiento que hace Nicolás Maduro es “una descomunal mentira”. Comienza explicando que toda la educación es de carácter público, ya que es un servicio que presta el Gobierno regido bajo las mismas normas, los mismos lineamientos y el mismo ministerio, lo que cambia es la gerencia de este servicio.
En referencia a lo que dice el Presidente, Carvajal señala que a lo largo del siglo XX ha existido una tendencia de una relación de 80-20 en materia de instituciones pública y privadas. “La educación oficial siempre ha sido mayor que la privada”, afirma el docente.
Según el documento Plan Educación para Todos, emitido por el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes en el año 2003, para 1999 el número de estudiantes matriculados en planteles de educación primaria era de 4.448.422, de los cuales solo 757.940 asistían a colegios privados, es decir, un 17,03%. Son datos que concuerdan con los que maneja Carvajal, quien establece que “para el año en que Chávez llegó al poder, en la educación básica -de 1º a 9º grado en ese momento-  las escuelas públicas tenían 3.518.000 estudiantes, mientras que la privada solo 780.000, es decir una relación de 82% contra 18%”.
Yorman Vegas, profesor y miembro de unidad de acompañamiento de las seccionales a nivel nacional de la Asociación Venezolana de Educación Católica (AVEC), también respalda esta información diciendo que “históricamente la educación en Venezuela ha sido mayor en el sector público que el privado”. Pero a su vez afirmó que los datos que AVEC maneja en relación al sistema son mínimos, ya que de los 1100 planteles adscritos a la asociación, nada más 190 son públicos.
Por otra parte, si se toman en cuenta las cifras publicadas por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, que establecen que la educación privada nada más atiende alrededor de 1 millón de estudiantes, las declaraciones del mandatario podrían considerarse un poco incongruentes:
3Adicionalmente, en estos datos se evidencia la disminución de la matrícula escolar de las instituciones oficiales, ya que en el año 2005 se registraron 11.6 millones de estudiantes y hoy en día, de acuerdo con Juan Maragall, se estima que solo 7 millones de niños y jóvenes son partes del sistema de educación.
Adicionalmente, documentos oficiales podrían señalar que la educación pública en Venezuela no ha presentado un aumento, sino que ha disminuido con los años. En el texto Sistema educativo venezolano, Mariano Herrera presenta una tabla del año 2003 en donde se indica que 78,88% de la educación básica es de enseñanza pública.
5
Si en el mes de septiembre el presidente Maduro indicó que la educación pública se encuentra en un 75%, esto implicaría que el país ha experimentado una disminución del 3,88% con respecto al año 2003.
¿Cómo afectará la falta de calidad educativa a la sociedad venezolana?
Las consecuencias de la falta de calidad en la educación básica ya se hacen presentes en los niveles superiores de formación. Planchart aseguró que de los 2.400 estudiantes que ingresaron en septiembre de este año a través de la Oficina de Planificación del Sector Universitario (OPSU), quienes desde hace dos años manejan el ingreso nacional de todos los jóvenes del país a la universidad pública, menos de 500 fueron capaces de responder al menos 1 pregunta del primer examen parcial de matemática.
La USB es reconocida nacional e internacionalmente por su alto nivel académico, en el que sus egresados son contratados en todas partes del mundo por su excelente preparación; está posicionada como una de las 5 mejores universidades del país y la 181 de América Latina según el ranking Scimago 2017.
Una educación de calidad es aquella que se cerciora de que los estudiantes aprendan para que puedan tener un nivel académico alto, de tal manera que el futuro adulto pueda alcanzar la independencia económica y salir de la pobreza. En la Declaración Mundial sobre Educación para Todos (1990) de la UNESCO, se resaltó que la educación de calidad debe responder a las necesidades sociales de los jóvenes, por lo que además de aprender competencias básicas en matemáticas y lenguaje es necesario se desarrolle el pensamiento crítico.
Si una sociedad no tiene la capacidad de analizar su entorno y ser crítica sobre la información que recibe, está supeditada a creer lo que le dicen los demás y sus posibilidades de superación social o económica serán extremadamente limitadas, señaló Juan Maragall.
Además, la falta de nivel en la educación aunada a la crisis económica y sociocultural que atraviesa el país, ha generado una deserción estudiantil en todos los niveles educativos. Entre la formación inicial, media y básica se calcula que en el año 2015 estudiaban casi 8 millones de niños, niñas y adolescentes venezolanos, de los cuales, según estimaciones de la Gobernación de Mirandaal menos 1 millón ha abandonado sus estudios.
La deserción estudiantil es calculada para 2017 en 8% en primaria y 13% de bachillerato, además, la educación superior no se queda atrás, donde muchos jóvenes también han dejado sus estudios para trabajar o irse del país, aseguró el profesor Planchart. Al respecto, Maragall agregó que “aunque sea difícil de aceptar, sí existe una relación entre la deserción estudiantil y los niveles de criminalidad”.
Si una persona recibe una educación en la que no aprende, no puede alcanzar el nivel profesional para recibir una remuneración adecuada a su esfuerzo laboral, por lo que no puede salir de la pobreza. Los índices de pobreza son directamente proporcionales a los índices de criminalidad. La campaña latinoamericana Instinto de Vida asegura que tras una revisión de varias ciudades de América Latina y El Caribe entre las que se incluye Caracas, el 90% de las víctimas de violencia registradas entre 2003 y 2014 fueron hombres jóvenes de bajos recursos.
Por eso, no es casualidad, que año tras año Venezuela haya aumentado la cantidad de ciudades que aparecen entre las 50 ciudades más peligrosas del mundo (sin incluir aquellas en situación de guerra) del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y Justicia Penal (CCSPJP). Solo por dar un ejemplo, en 2014 Venezuela solamente tenía 4 ciudades, pero este año presentó 7 y Caracas ocupó el primer lugar, desplazando por segundo año consecutivo a San Pedro Sula (Honduras).
El panorama de la educación en Venezuela
El país lleva años sumergiéndose en un hoyo negro donde el olor a aguas negras y los murmullos de la palabra deuda se hacen cada vez más fuertes e imposibles de ignorar. Venezuela está en crisis, y eso es una afirmación que parece casi irrefutable, pero en todas las áreas, la educación es la que está sumida en la oscuridad.
Con lo anteriormente mencionado, uno se puede dibujar un mapa actual de muchos centros educativos, y la mayoría de estos públicos, en el país: estructuras deficientes, con muebles de baja calidad, profesores que no están preparados, y con una seguridad inexistente. Además de todo eso, son centros vacíos porque la población estudiantil ha decidido emigrar a “cosas más importantes”, como hacer la cola para comprar alimentos o irse del país, porque no desean perder tiempo en un salón de clases.
Venezuela es un espejo a gran escala del área de educación. El centro educativo que se imaginó anteriormente aplica en su totalidad al país, el cual se queda cada vez más vacío de personas, de educadores y estudiantes, de esperanza.
Así mismo, las declaraciones de Nicolás Maduro son, uno, de dudosa procedencia, y dos, inestables. Es decir, los números que el mismo gobierno venezolano ha presentado, discrepan con los dados ante la Asamblea Nacional Constituyente, puestos a que la diferencia entre ellos es grande.


Pero, ¿quién se levantará a decirle que sus datos no concuerdan con todas las investigaciones, oficiales y extraoficiales, y con la realidad que vive el país venezolano? El escrutinio público está adormecido, por lo cual Nicolás Maduro seguirá hablando, hora trás hora en cadena nacional, vistiendo la banda tricolor y las ocho estrellas, sin que nadie debata sus informaciones.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario